Muchas veces escuchamos que ciertos trabajos o entornos académicos piden una certificación internacional de inglés ¿Sabes cómo son estas pruebas?
¿Pruebas de contenido o habilidades?
Muchas veces, al pensar en una prueba de inglés y sobre todo si nuestra experiencia fue en la etapa escolar en un colegio tradicional, lo normal es creer que una prueba es necesariamente un instrumento de evaluación cuyo objetivo es medir el dominio de contenidos específicos preestablecidos en un programa de estudios. Esto es un problema al enfrentarnos a una certificación internacional, debido a que estas pruebas buscan medir habilidades, por lo que simplemente estudiar contenidos de gramática o vocabulario resultará insuficiente y muy poco efectivo.
Pese a que algunas de estas pruebas (las que apuntan a un nivel específico) sí tienen contenidos definidos de gramática o vocabulario, su foco está en la evaluación de habilidades comunicativas.
¿De qué habilidades estamos hablando?
Independiente de su origen, todos los exámenes de certificación internacional de inglés se orientan a evaluar el uso funcional del idioma con un foco en las cuatro habilidades comunicativas (conversación, audición, lectura, y escritura). Con esto en mente, debemos recordar que estas pruebas actualmente se basan en el enfoque comunicativo de la enseñanza de idiomas, por lo que nos orientamos a funciones y usos específicos (por ejemplo: identificar la idea central de un texto escrito o llegar a un acuerdo con un compañero mediante una toma de decisiones colaborativa) y no a –por ejemplo– escribir oraciones en un tiempo verbal específico.
¿En qué afecta esto a la preparación para estas pruebas?
En primer lugar, resulta importante tomar en cuenta que el enfoque ideal para estas pruebas no implica “estudiar” gramática por horas memorizando nombres de tiempos verbales y apuntan a replicar su estructura sin ningún error. Para evaluaciones de este estilo, resulta mucho más importante que aumentes gradualmente tu exposición al idioma y tu uso del mismo en contextos significativos y de forma gradual. Además de eso, es de vital relevancia que conozcas las estrategias de comprensión específicas para cada sección de tu examen a preparar, además de los distintos géneros orales y escritos que deberás ser capaz de producir para afrontar con éxito tu evaluación.
¿Y cómo se evalúa esto?
Más de alguien podría sentir que este enfoque suena muy bonito, pero que en las prueba real sí te evaluarán estrictamente la gramática tal como ocurre en una prueba en la enseñanza tradicional en colegios. Te comentamos que en estas pruebas, eso no ocurre. Es más, tanto en conversación como escritura, la gramática es sólo uno de varios criterios dentro de la rúbrica de evaluación, se suele considerar junto con el vocabulario, y toma en cuenta tanto la variedad en tu uso del idioma como tu precisión en el uso de correcto de distintas formas. En otras palabras, esto significa que el rol que tiene la gramática en estas pruebas llega a ser inferior a un 20% de tu calificación total en sólo dos de los componentes de tu examen.
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